Wednesday, April 22, 2009

Tierra en Trance














Los dioses nos dejaron su tiempo. Los sueños enredados en al espesura de las almas, atados en ovillos de carne y hueso.

 

El aire, la luz, el agua, el sol, la tierra son su herencia. Imaginar el cruce violento de éstas fuerzas nos acrecienta la vida.

 

Un pájaro encendido con los colores de la sangre nos traspasa para llevarnos a este universo. La niebla lame los surcos eternos de ésta tierra venida de un tiempo extraño, tierra fértil de encantos, labrada por el silencio.

 

Un sol único escapa de otros mundos para plantarse con su espesura en éste Imperio. Dulce lenguaje de aires altos, sinuosidades que encuentran el cielo, el frailejón acariciado por leyendas, quedadas en los caminos, poblados que extasían la nostalgia. Sitio de eterno desafío entre la vida y la muerte.

 

El frío se pasea como rey único, se acuesta al lado de cada piedra, se sumerge en los huesos, acompaña a los vivos al encuentro, vigila a los muertos en sus sueños.

 

Tierras de magia, tierras de violencia ancestral, tierras altas de montañas, crecidas bajo el auspicio del trigo, del mutismo eterno que habita en sus hombres.

 

Tierras de magia, gargantas, colinas, páramos y valles que rinden culto a los hombres o a los dioses.

 

 

                      Francisco Elías Prada.