7 Cielos por Arriba 7 Cielos por Debajo Religiosidad de Nuestro Tiempo
Sorte.Yaracuy Venezuela 2009
(Trabajo en Proceso)
Francisco Elías Prada
Caminar la mirada, desandar, ver y volver a ver, volver sobre nosotros, volver nuestra mirada al tiempo, a lo que hemos sido, lo que somos y lo que queremos ser, nuestro origen, de donde venimos, volver la mirada a nuestro tránsito humano, social, poético, político, cultural, al drama propio y a la poesía de nuestros pueblos, voltear los ojos y volver a mirar, volver a ver, volver a observar, contando desde nosotros, desde nuestra verdad visual y desde nuestra utopia, indagación necesaria de lo que estamos hechos, de nuestros espacios y nuestras latitudes, desde este universo, basto territorio que ha heredado nuestra mirada, bastas pasiones que impulsan nuestros pasos, América latina es luz y bosque cegado, mar altivo y desierto de vientos, alturas impregnadas del fuego sagrado hecho de colores inimaginables, mar de sal, luna dulce, soles en la piel, pan de tarde, caminos de hielo eterno, pájaros iluminados por los tonos del día y de la noche, utopia visual propia, que redefine nuestra esencia, nuestra identidad, nuestra memoria, que resiste el tiempo, celebra la diversidad contenida en nuestro espíritu y nuestro territorio, resiste, se reconoce, se reafirma y se deslastra.
Ser lo que somos a través de nuestra, imagen que se celebra, luz mirada, luz vivida, luz iluminada, luz derramada, luz de nuestra visión, luz desde nuestro sentir, desde nuestro imaginario propio y posible, reto de interpretar esa luz y su esencia, cada gesto, amanecer y acampar en la impronta sublime de nuestros seres, nuestros espacios, nuestros conflictos del día y de la noche, seduciendo la luz, aquí estamos, ese es el reto, de los que asumimos enamorarla y viajar a través de ella sobre nuestros días, desde los glaciares milenarios, construidos con el fuego frío del los tiempos, hasta los bosque inexpugnables de la savia de la selva, acampando de día y de noche en la talla maciza de los andes, caminando sin tiempo sobre el viento para llegar al maravilloso altiplano mexica y de allí hasta los desiertos desolados de calor y frío.
Se ha tratado, de vivir por medio de la luz, intentando seducir los gestos que frente a este universo alado día a día nos sorprenden la mirada y nos cuentan. Largo camino de ojos y corazones vertidos a este espacio, inundado de belleza y drama, viviendo el riesgo que exige nuestra constancia, aspirando a golpear el alma, atreviéndonos a contar, a decir, a dar voz a los que se les ha negado, se trata de revelar la ilusión contenida que late, revelar el mundo propio e íntimo junto al otro mundo de afuera y construir a partir de allí la gran alquimia, la gran magia expresada en la pureza geométrica y la pasión contenida en nuestras imágenes.
Preservar lo que somos, nuestros pueblos, sus esencias contribuyendo en la construcción de ese imaginario desde nuestras raíces desde nuestros negros sublimes de cantos rebeldes, desde nuestros indios que revierten el sentido de la vida con esencias milenarias y resistencias a los mundo actuales, desde nuestros mestizos, donde laten los dolores sin culpa de un pasado que violento el equilibro natural del nuestro cosmos. Mezcla en un territorio indescifrable, allí vamos, eso queremos captar, los gestos de este conglomerado sublime de sabores, colores, y sentires, este es nuestro gran escenario vital, aquí vivimos tras el rastro sublime del gesto poético contenido en el azul intenso de estos cielos, y estos hombres , de aquí somos esta es nuestra mirada, esta es nuestra utopia….
Francisco Elías Prada
México D.F.
