El Norte es una Quimera……
Manos de latinoamericanos cultivan la mayor parte de la agricultura de Estados Unidos y fabrican casi la mitad de su manufactura, su patrimonio son los trabajos más duros peligrosos y desagradables. La presencia latinoamericana en el ejército supera largamente su proporción demográfica porcentual, leyes y policías implacables los mantienen en una perpetua frontera, su trabajo es remunerado consistentemente por debajo del salario mínimo. Las horas extras no se le remuneran; la asistencia social se les niega, toda queja es castigada con la deportación o el despido. La antorcha de la libertad sólo alumbra a las murallas del prejuicio que se alzan en cualquier ámbito social, económico, cultural o político hacia cual se dirijan los latinos.
Lo que vemos en las apasionantes fotografías de Francisco Elías Prada es el nacimiento de una nueva nación: Latinoamérica o Hispanousa, según ustedes quieran llamarla, así surgen los pueblos: entre batallas, escaramuzas, rostros de angustia, manos que se abren para estrecharse o se cierran para golpear, bocas sangrantes o ululantes banderas desplegadas, carros de combate y medios de comunicación que alarman, disimulan, mienten, sólo el lente preciso de Francisco Elías Prada puede contagiarnos esta sensación de urgencia, de crispación y de gozosa pugna que acompaña la lucha de una nación por seguir existiendo, a pesar de todas represiones, negaciones y discriminaciones como en la confrontación que describen, en estas instantáneas, son decisivos los contrastes, las composiciones dinámicas, la contagiosa proximidad del primer plano, la espontánea contundencia de los hechos, la fulminante velocidad. La batalla de Latinoamérica es la misma nuestra, quizá sus más decisiva armas sean la siempre renovada capacidad de dar testimonio de su existencia con una palabra, una pugna social, o unas fotografías magistrales.